Quizá todo esto sea un sueño del que nunca te despiertan a gritos porque no hay nadie en un espacio-tiempo tan inaccesible. Rozar el cielo y elevarse al infierno. Lo bueno equilibrado con lo malo o que difiera la teoría y se rompan todos los esquemas. Antojos de embarazadas y el de querer tréboles de cuatro hojas. Acostumbrarte al ácido sulfúrico como sinónimo de palabra. Asumir que si tienes miedo nadie va a cantarte una nana. Es caminar e incluso correr para volver al mismo sitio del que habías salido. Pierdas o no trenes, aviones y oportunidades. La lágrima aguafiestas recorriendo la mejilla al ver una película, respirar dolor, la consecuencia de los ataques de risa exagerados o un motivo nada concluyente. Tener claro que no es una muestra de debilidad. Necios los que no lo hacen, así no se les enjuaga el ojo para mirar con otra perspectiva. Es levantarte, con el pie derecho o el izquierdo, y querer volver a la cama. Ver tantas mentes encerradas en unos ideales y pensar- ¡ojalá pud...