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Cartas

Un iris que me mira, se expresa, chilla, empapa, rompe y reconstruye cuerpos. Que se disfraza de colores según la estación o la meteorología. Y aún así deleitan hasta al más invidente.
Unos labios que piden conquista o guerra, es dudoso. Finos, nunca pintados de colores fuertes porque son capaces de levantar fortalezas por si solos. Que sueltan aclaraciones inútiles para romper el denso silencio pero elegantes en momentos serios.
Preciosa con kilos de más o de menos. Poco importan sus vicios.
Sin curvas de vértigo. Varía en cuanto a las musas de un escultor y el resto de sus oficios. 
Y preciosa- ¡Maldita sea!- preciosa, y lo repito.
Con abrazos de libros de fantasía. De estos de los que dejas de tocar el suelo y obvias hasta la mayor hecatombe mundial.
No sé si con un corazón o una coraza. Ama a lo loco y se deja querer solo a ratos.
El fin de una mortífera guerra. La X de la ecuación más compleja. El salvavidas del naufragio. La esperanza de recuperarse de una enfermedad. Mejor que un granizado en verano y un chocolate ardiente en invierno. El vino de un cáliz. Los sueños de un niño. La melodía de una canción. Las dos palabras intercambiadas entre dos íntimos que no se ven hace años. La flor de las malas hierbas. El oasis de un  desierto. El llegar a la primera a un sitio desconocido. La valentía de un sujeto como Tarzán. 
En unas cuantas líneas no cabe nada. 
Demasiado inconformismo.

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“Se olvida pronto, se olvida el sudor tantas noches, la nerviosa ansiedad que amarga el mejor logro llevándonos a él de antemano rendidos sin más que ese vacío de llegar, la indiferencia extraña de lo que ya está hecho."- Gil de Biedma. Me he bañado en arcilla de rassoul y coco y, al rato, la pena ha anidado en mi garganta. Las ramas han herido con violencia a mi pájaro azul, instigándole a pronunciar aturdidas sílabas. Inevitablemente me he acordado de Bukowski: "hay un pájaro azul en mi corazón que quiere salir pero soy duro con él, le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres montarme un lío? ¿es que quieres fastidiar mis obras? ¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros en Europa?" Mi pájaro ha cedido. Se ha manifestado con un grito ahogado a la hora de comer carne guisada. Me saturo dentro de mi pellejo. No soy capaz de analizar, pensar, objetar nada al respecto. Más que felicidad quiero ser la calma de las olas. Olas libres y es

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