Ir al contenido principal

A contracorriente como siempre

Somos tiempo y morimos por culpa de su prisa.
Cada bocanada de aire es un poco más inútil si nadie te corta la respiración. Es poco viable el tener un invierno por cada año cumplido y que alguien haga florecer brotes entre la nieve. O algo así dicen cuando se mueren por amor. Pero no, esta vez no voy a esperar arrodillada y sin pitillos a que alguien me ponga de pie. Eso es limitarme y que mis piernas se raspen hasta que corra por ellas sangre. Me río de la promesa de recorrer todos y cada uno de los mares en busca de su princesa. Si un día, y solo uno, esa princesa fuera una sirena de cola turquesa al igual que el valiente enamorado, quizá me lo creería. ¿Y al volar? Sí, también sería más sencillo que correr un par de horas con la mera satisfacción de haber abandonado cuatro paredes un rato. Lo mío no son los vestidos y el tener gracia al hablar, bucear con los ojos cerrados o montarme en el primer avión que pase. No, no soy la Isabel Freyre de un tal Garcilaso. En mi párpado no se ha perdido Pablo Neruda una noche sin luz. Tampoco soy la pasión que acabó en un trágico sainete de Bécquer. No soy la oveja de la que se enamoró el león, ni mucho menos la Luna a la que aúlla un lobo a medianoche. En mi lista de deseos cumplidos no hay poetas, ni yo en sus escritos. Solo se aglomeran mis sueños de más de doce horas y escribir tantos incomprensibles, posibles en mi cabeza. Me decanto por ver las hojas caer y escuchar la lluvia antes que tanta incoherencia.
Lo tengo claro, si se acercan los demonios les voy a ofrecer una copa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

"Paradoja"

quiero hablar a todos de ti que tu nombre haga suyo el espacio y sepan entonces quién es esa mujer magnética y sencilla que a veces habita mi cuerpo. y también tengo la urgencia de ocultarlo todo con egoísmo y torpeza permitiendo acaso el susurro quedo de las letras por las que te llaman en un vago intento de que sepan que tu sendero sacudió el mío circunstancialmente y así el aire no contamina tu imagen de puro óxido y las palabras, siempre huecas y mundanas, no se equivocan al plasmar la esencia de la creación: sin dios ni leyes ni intérpretes ni visitas   levantándose a nuestro alrededor colosal.

Piel con piel

Sueño con pieles incorpóreas y lejanas. Con la fusión de cuerpos que encajan sin protocolos. La brecha de un desajuste me aleja de todo lo que no controlo. Realizo un esquema paso a paso como limando mis asperezas. Planifico mis impulsos. Domo cualquier rebelde desliz. Oteo pieles desnudas desde la distancia. Un raciocinio imperdonable me colapsa. No sé qué es la pasión. Parezco Cortés, el estratega, en la América de la abundancia. Te acercas y esperas algo de mí y, no sé, en realidad, qué puedo darte. ¿Qué es lo que buscas? Salgamos de aquí. Huyamos de la herida burbujeante. No dejes que me pise los talones. ¿Cómo es la anarquía de cuerpos que juegan a encontrarse? ¿Cómo alguien se emborracha de deseo? Léeme un cuento mientras purifico mis entrañas. No dejes de hacerlo. Quédate cuando me tire en el colchón con la frustración en las venas. Cuando la voz se pierda en el aire y me amurallen fachadas invisibles. Quédate si una ansiedad me estrangula. Si un miedo irreconocible,...

algo amenaza el mundo

algo amenaza con devorar el mundo desdibuja a los seres de sus techos, amores y sueños de sus mascotas, ocio y dolores y los lanza a un espacio blanco, tranquilo y desesperante lejos de los símbolos, códigos y   fe lejos, en definitiva, de los mecanismos que anudan a los humanos a una realidad que intentan hacer suya nada es nuestro ni la economía ni las personas ni la casa que se alza junto al mar no soportamos la fragilidad de ser fugaces no poseer la savia que recorre el fondo de la tierra no poder atrapar animales y árboles como si fuesen manzanas que todo exista sin nosotros entiendo tu angustia, íntima y universal porque los años eclipsan lo que parecía nítido y entonces cuestionas techos, dolores y fe y amores y ocio y códigos y   qué sé yo qué más y te confieso que sueño, día a día, con una trascendencia que los dioses no me otorgan nadando por este plano físico y mortal por esta pecera que expando infinita hacia el sol y...